El uso del acondicionador evita la electrificación del pelo al estar cargado positivamente. Neutraliza las partículas negativas que el champú ha dejado en el pelo. También repara la cutícula que ha quedado levantada tras el lavado y la alisa. De esta forma el cabello se verá más brilloso y estará más suave, además de más fácil de desenredar y peinar.
Un inconveniente que puede tener el uso del acondicionador es que nos deje el pelo demasiado pegado, para evitar esto mejor usamos un acondicionador sin aclarado. Este último le dará más cuerpo y volumen al pelo y también lo rehidratará. Podemos usar el acondicionador tantas veces como lavemos el pelo, si queremos poder desenredarlo mejor. No hay una frecuencia máxima de uso. Ten en cuenta que por dejarlo actuar más tiempo del indicado no obtendrás mejores resultados, cíñete a las indicaciones. No lo apliques directamente sobre la cabeza, mejor en el propio pelo. Conviene enjuagarlo muy bien porque los restos de acondicionador pueden hacer que el pelo se engrase muy rápidamente y pueden dañar el cuero cabelludo. Mejor enjuagarlo con agua fría, si es posible.
