Cuando hablamos de depilación no sólo debemos pensar en mujeres, los hombres también se ven feos y envejecidos con exceso de vello en la espalda, brazos, e incluso en ciertas partes del rostro. Cada vez más hombres deciden rejuvenecerse y se depilan este vello que tanto tiempo han llevado con falso orgullo de parecerse al refrán: «el hombre y el oso cuanto más pelo más hermoso». Es obvio que esta frase no es más que un intento de consolación por algo que la naturaleza nos ha dado y no podemos evitar. Pero, aunque no podemos evitar que nazca el vello indeseable en ciertas partes del cuerpo, sí podemos disminuirlo y hacerlo desaparecer con innumerables técnicas que nos ayudan en nuestra «tan valorada estética». Las mujeres nos depilamos las piernas desde tiempos inmemoriales, pero, cómo lo hacemos: usamos cremas, cera, nos afeitamos también, aunque esté feo el decirlo, y ahora estamos usando cada vez más la depilación láser.
Uso de cremas depilatorias, cera y el afeitado
Cuando usamos cremas depilatorias estamos debilitando el vello de forma química, es decir, con los ingredientes de estas cremas depilatorias el vello se «quema» y por eso se cae. De esta manera no tocamos la raíz del vello, ésta permanece igual y a los pocos días el vello vuelve a crecer. No es cierto que el vello crezca después más fino ni en menor cantidad, como tampoco es cierto que aumente. Las cremas depilatorias son una forma barata, fácil e indolora de depilación casera. En el mercado existen numerosas marcas y variedades de estas cremas, en forma de gel, de spray, con ingredientes naturales que suavizan este «ataque químico» indoloro a la piel. Estos ingredientes pueden ser aloe vera, famosa por sus propiedades cicatrizantes, regeneradoras y tonificantes de la piel, alantoína, aceite de oliva, avena..etc.
Aplicación de diferentes tipos de cera depilatoria
La cera, en sus diferentes formas de aplicación, bandas, con espátula, fría, tibia o caliente, es una de las formas de depilación casera más usadas entre las mujeres. Hay que decir que la cera arranca el pelo de raíz y, por tanto, es más duradera que las cremas. El vello puede tardar de tres a seis semanas en reaparecer, dependiendo del tipo de piel que tengamos. Lo malo de esta técnica es que duele bastante, si lo que quieres depilar con la cera son las piernas el dolor es menor, pero, la cosa cambia si es otra parte del cuerpo como axilas, ingles o espalda. La cera, una vez aplicada, forma una capa dura y pegajosa que, al retirarla arrastra con ella los pelos que había en la zona tratada. Por este «tirón» la piel sufre y se puede irritar, también es probables que algún poro de la piel quede infectado y el pelo atrapado en él. Cuando ésto pasa, hay que utilizar las pinzas para sacar dicho pelito y desinfectar con alcohol el poro. La aplicación de la cera no es difícil, pero sí la forma de tirar de ella cuando está dura. Las primeras veces podéis acudir a alguien que ya la haya usado más veces o a centros de depilación. ¡¡Hay gente que tiene problemas para limpiar la cera de la zona donde la aplica de forma que parece imposible eliminarla, aunque los pelos también!!
El afeitado
Podemos utilizar la maquinilla de afeitar, como hacen los hombres, para afeitar otras partes del cuerpo como las piernas. Esta forma de depilación no es dolorosa ni cara, pero es muy poco duradera y también irrita bastante la piel, especialmente, en ciertas zonas del cuerpo. También hay aparatos eléctricos que afeitan el vello, el efecto es el mismo que el de una cuchilla normal y corriente. No quitan el vello de raíz, lo cortan y la piel queda lisa en un primer momento pero, al poco tiempo se ven las primeras puntas.