Es recomendable acudir con tres meses de antelación al centro de estética para que puedan evaluar bien la piel.
Tres meses antes de la boda debemos acudir a la esteticién para que analice nuestro tipo de piel, y vea si es necesario algún tratamiento.
En algunos casos es necesario regular pieles excesivamente secas, deshidratadas o con una secreción sebácea descontrolada. Además se pueden realizar tratamientos de reafirmación facial para aquellas novias que superen los 36 años de edad o tratamientos corporales para modelar la figura.
Un mes antes de la boda debemos realizar la prueba de maquillaje. Este debe de trasmitir frescura, armonía y sencillez. Ese día el maquillaje debe de respetar las luces y las sombras del óvalo facial y disimular los defectos y resaltar las partes más bonitas.
Quince días antes de la boda es necesario realizar una limpieza de la piel, pues facilitará la penetración de los productos que se pongan en próximos tratamientos, además de ser imprescindible para que el maquillaje luzca perfecto.
‘Para mantener la piel cuidada hasta el día de la boda es aconsejable utilizar productos de limpieza adecuados a las características de cada piel y aplicar una mascarilla todos los días durante dos semanas, de este modo conseguiremos equilibrar la piel y aportarle luminosidad’, dice la esteticién Felicidad Carrera.
Un dia antes optaremos por un tratamiento de luminosidad para el rostro será el mejor regalo para la piel. Felicidad Carrera recomienda el programa ‘Velo de Colágeno’ con el que se consigue hidratar, iluminar y preparar la piel para el maquillaje.
El maquillaje es el broche final de los cuidados de belleza. Antes de empezar con la base, la esteticista recomienda aplicar un producto iluminador para unificar el tono y aportar luminosidad.
El maquillaje debe ser muy natural y estudiado porque en una novia hasta el último detalla es importante.