Las féminas siempre han buscado y rebuscado entre lo que les rodeaba, como la naturaleza, para extraer de ella todos los remedios posibles para enaltecer su belleza. Estos recursos han quedado para siempre grabado en la memoria colectiva, y pese a haber llegado al siglo XXI con nuevas técnicas y la ciencia como compañera, aún persisten. Una de cada tres mujeres, consulta y conoce de muchas ayudas que en la mayoría de ocasiones, les ha llegado de generaciones anteriores.
Destacamos algunas, que probablemente te van a salvar en más de una ocasión.
Consejos de antaño
- Comienza con una ducha templada, y antes de finalizar, deja caer sobre tí agua fría. El contraste de agua caliente a fría, estimula la circulación y además tonifica sobremanera músculos y tejidos. Aprovecha ahora que llega el buen tiempo.
- Si te decides por un baño calentito por la temperatura exterior, o bien quieres alternar sus beneficios, una vez preparada la bañera echa en ella seis limones abiertos, y una vez dentro, cuando se hayan reblandecido con el agua, exprímelos y date un baño con ellos, relajante, exótico, tonificante, hidratante para tu piel y potente eliminador de manchas.
- Si eres de las mujeres que tienen la piel grasa, no pierdas más tiempo, y aplícate una mascarilla de arcilla dos veces a la semana y mantenla durante 20 minutos. Debes dejar que se seque por completo en tu piel, y después retirarla con agua.
- Si tienes una piel seca y sensible hazte una mascarilla a partes iguales con las siguientes frutas: sandía, pimiento rojo, manzana, nectarina y pera. Tritúralo bien con la batidora, ponlo en tu rostro durante 20 minutos, y túmbate relajadamente para maximizar sus efectos.
- Si es tu pelo el que requiere un toque extra de brillo, lo que arreglará el problema es lo que antaño hacían nuestras abuelas; mezclar una yema de huevo con un chorro de cerveza. Mezcla bien, y después de haberlo lavado, coloca esta mascarilla y déjala reposar liada en una toalla 20 minutos. No te creerás los resultados.
Son trucos sencillos que más de una ocasión echarás mano de ellos, para mantener la belleza que mereces.