El metabolismo basal, que viene a ser la energía que gastamos para mantener nuestros órganos vitales en funcionamiento (respirar, hacer la digestión, etc.) se ralentiza. Para no engordar con la edad, se calcula que a partir de los 40-45 años ganamos una media de medio kilo por año.
Comer menos
Para mantenernos en el mismo peso, conviene consumir menos calorías.
Si seguimos comiendo igual, las calorías sobrantes las acumularemos en forma de grasas, a no ser que hagamos deporte.
Hacer ejercicio
Cuando practicamos deporte, aumentamos la masa muscular en detrimento de la grasa.
Los cuerpos musculados, como los coches potentes, queman más calorías que los que cargan con depósitos de grasas.
Está comprobado que se queman más calorías durante todo el día si se hace deporte a primera hora de la mañana que pasado mediodía.
Incluir estos alimentos
Si sospechas que tienes el metabolismo lento (aún comiendo poco, engordas o te cuesta mucho perder peso, a pesar de estar a dieta), aumenta el consumo de alimentos ricos en yodo, como el marisco y las algas marinas (que puedes incluir en tus platos o tomar en cápsulas).
Bebe té rojo, té verde o mate, ya que aumentan la quema de las grasas.