Conoce las tonalidades de moda, el color que más te favorece para tener una mirada más fresca…
Las tonalidades de moda
Los tonos malva, rosas, tierra, verdes, azules y naranjas se instalarán en tu mirada para ofrecerte toda la luz y el esplendor de esta sensación.
Escoge el tuyo
Los tonos agua (azul celeste y azul marino), los rosáceos y el melocotón son lo que mejor les quedan a las mujeres morenas de ojos oscuros, mientras que a las mujeres de ojos azules ganan mayor contraste pintándoselos con tonalidades verdes o rosadas.
Las sombras lilas y marrones sientan de maravilla a las mujeres de ojos verdes.
Mirada más fresca
Disimular la fatiga es el sueño de toda mujer. Para ello, sustituye el tradicional lápiz de ojos negro por tonalidades más suaves y refrescantes, como el marrón, el gris perla, el azul, el verde, el beige o el blanco.
Lo último para las que opten por los perfiladores en tonos claros es delinear ambos párpados desde el lagrimal hasta el centro del ojo.
Con este truco darás un toque de frescor a tu mirada de forma instantánea. Si prefieres enmarcar tus ojos con un color más intenso, como el violeta o el azul marino, es preferible pintar la raya por dentro, hasta el rabillo.
Haz uso de tu imaginación
Compra una sombra que combine dos o más tonalidades y extiéndelas de la siguiente forma: primero, aplica la sombra más clara en el párpado móvil (la zona más próxima a las pestañas) y, a continuación, difumina la tonalidad más oscura en la esquina externa del ojo.
Destellos de luz
Las mujeres más atrevidas pueden iluminar su mirada con brillos metalizados.
Los tonos negros y grises, tan de moda este invierno, han sido sustituidos por las sombras metalizadas (oro, bronce y plata).
Extiéndelas, tanto en el párpado superior como en el inferior, con trazos gruesos y difuminando muy bien hacia el exterior.
Para finalizar, aplícate una doble capa de máscara de pestañas. Ganarás intensidad utilizando un rímel negro.
La clave
Si resaltas los ojos, intenta que los labios permanezcan en un discreto segundo plano y viceversa.
El objetivo no es otro que conseguir un resultado armonioso.