En verano siempre nos gusta lucir una piel bonita y sana, pero muchas veces, los excesos de sol nos pueden pasar factura. Tomar el sol es beneficioso en su justa medida, pero siempre hay que hidratarse muy bien, tanto el rostro como el cuerpo, para evitar tirantez, sequedad y rojeces que estropeen el aspecto saludable de la piel.
Cuidados de la piel tras el verano
Lo primero que tenemos que tener en cuenta es la hidratación. La piel expuesta al sol se puede quedar algo resentida y perder niveles de agua, por lo que las cremas untuosas para piel seca son perfectas para devolver esa barrera de nutrición que aporta los niveles adecuados de humedad a la piel.
En cuanto a la exfoliación, se recomienda esperar unos días tras la exposición directa para que la piel no quede tan sensible y no produzca daño. Siempre se deben emplear exfoliantes suaves, si pueden ser naturales mejor, a base de hueso de frutas o pepitas de uva, por ejemplo.
Una vez que la piel esté recuperada del sol, es muy bueno aplicar por las noches aceites hidratantes que regeneren la piel, como el aceite de rosa mosqueta o el aceite de argán. Una fina capa será suficiente para conseguir que la piel se torne más elástica en pocos días. Lo ideal es aplicarlo por las noches, tras un baño relajante, cuando la piel pide más mimos y cuidados.
Para el rostro, con una crema de día, otra de noche y un contorno de ojos será suficiente, pero asegúrate de que son productos de calidad. El contorno de ojos evita la sequedad de la zona, la tirantez y las posibles arrugas que pueden aparecer por la exposición al sol.
Aloe vera para recuperar la elasticidad
El aloe vera natural es un gran regenerador para la piel. Y que mejor momento para usarlo que tras el verano. Existen cremas que llevan un alto porcentaje en aloe vera natural. Su textura es fresca y muy agradable, por lo que también vale como crema post solar. Se puede aplicar en todo el cuerpo, así como en el rostro para hidratar sin aportar nada de grasa a la piel.
Las cremas a base de ingredientes naturales son la mejor opción para mantener un buen nivel de hidratación en la piel. Por ejemplo, el aguacate o el aceite de oliva son imprescindibles para aplicarlos en los tratamientos nocturnos. Al ser ingredientes altamente nutritivos, es mejor aplicarlos por la noche, dejarlos actuar entre seis y ocho horas para que la piel absorba todas las propiedades y ver resultados a la mañana siguiente.
Sin duda, la piel se merece los mejores cuidados durante todo el año y más en verano.