Cuando se nos acaban las vacaciones, todas queremos mantener ese brillo dorado que hemos ido adquiriendo a lo largo de nuestras jornadas en la playa. No es sencilla su permanencia si no aplicamos una serie de cuidados para que la piel conserve ese esplendor que nos embellece, pero podemos intentarlo teniendo en cuenta algunos pequeños consejos, que incluso conociéndolos de antemano, nos pueden servir para las próxima ocasiones. Los resultados serán de lucir una dorada piel brillante.
Antes de la exposición al sol, exfoliación
La capa externa de la piel se renueva cada 15 días aproximadamente, y esta es precisamente la que se oscurece cuando el sol estimula un pigmento llamado melanina en la piel. Después del sol, si deseas mantenerlo, lo mejor es que lo hagas cuanto menos mejor, ya que quitarás la piel que ha sido bronceada y irás borrando tu moreno de piel.
Ingiere betacaroteno y licopeno
En las farmacias encontramos cajas de estas sustancias, pero tomadas de este modo, no está demostrado que hagan dichos efectos, pero si está sobradamente comprobado si las toma directamente de las frutas y las verduras que encuentras en el mercado durante esta estación del año, es decir, pimientos, calabazas, zanahorias, tomates, albaricoques, melocotones, sandías….. No te cortes y como todas estas frutas y verduras antes, durante y después del tiempo de tu bronceado, notarás que perdura contigo muchas semanas más.
La hidratación, siempre amiga
Mantén una hidratación siempre y en primer lugar desde el interior, pues si te olvidas del agua, la piel es la primera que se desprende, y se secará de manera rápida. Conserva una buena cantidad de agua en tu organismo y después ayuda en su hidratación de modo exterior con una buena crema o aceite. Tener la piel cuidada al máximo, hará que no se descame en ningún momento.
Broncéate, no te quemes
El buen bronceado se consigue tomando el sol a las horas aconsejadas, y siempre tras una buena protección. Esto hará que tu piel le de tiempo suficiente para aceptar y absorber el sol de modo paulatino sin que llegues a quemarla si lo haces de manera rápida. Los protectores solares no impiden el bronceado, solo las quemaduras, y siempre y cuando lo apliques cada dos horas, que es como debes hacerlo. Las horas en que el sol broncea seguro y no quema por la mañana, es hasta las 11,30, y por las tardes a partir de las 18 horas.